jueves, 27 de noviembre de 2014

¿Realmente quieres unirte a la Sociedad Teosófica?



Hace poco tocó alguien a la puerta de la Sociedad Teosófica en México. La persona se dijo interesada en asistir a las logias y quiso indagar que hacemos y que no hacemos. Le dije que formábamos grupos de estudio y que nos guiábamos por los 3 principales objetivos de la ST. Ésta persona me comentó que ya había leído algo de literatura teosófica y llegó a la pregunta "incómoda" (que no debiera serlo en realidad): 
-¿Y piden dinero?
Le dije que pedíamos una cuota anual y una cuota mensual, y éste dinero era destinado para el mantenimiento del local, empleados y material de apoyo. De pronto soltó la pregunta que me dejó bastante pensativo (por no decir perplejo):
-¿Y eso a que me da derecho?
A ser miembro, a eso te da derecho. No conforme con eso, esta persona regresó la siguiente semana, participó en nuestra sesión de logia y al final le hizo la misma pregunta a una compañera: 
- Y si me inscribo, ¿A que me da derecho?
Pareciera que en esta época la gente sólo quiere unirse a grupos sociales para disfrutar de sus posibles beneficios, pareciera que el único objetivo es pertenecer a un club de amigos. Peor aún, en este círculo de estudios "esotéricos" la gente piensa que al unirse se le dará acceso ilimitado a poderes sobrenaturales para dominar a las personas con la mente, levitar por la calle y predecir el futuro.
Pero bien llegó a mi un correo donde los maestros Morya y KH hablan precisamente de esto:






¿ Es Ud. de los que quieren conseguir algo, o es de los que aspiran a dar, a ayudar, a guiar, a inspirar a otros?. ¿Prefiere Ud.ser un seguidor, o un pionero?.
Se ha dicho hace tiempo que nadie debiera unirse a la Sociedad con la finalidad de obtener algo, porque si así lo hace se verá frustrado.
La razón verdadera para unirse a la Sociedad debiera ser solo una. La aspiración de convertirse en un colaborador de la Naturaleza. O, para decirlo de otra forma, la fuerza motivadora debiera ser la buena disposición a ser usado como un canal para las fuerzas divinas de forma de ser útil al Plan Divino en vez de querer usar las fuerzas divinas para nuestros propios y egoístas propósitos.
Básicamente, en el mundo, hay dos tipos de buscadores;
a) aquellos quienes después de haber visto los sufrimientos de este mundo y dándose cuenta de la naturaleza ilusoria de todo ello, despliegan un anhelo de trascender todo eso y verse libres tan rápidamente como les sea posible, y por lo tanto, encaminan sus pasos en esa dirección;
y b) están aquellos quienes están de haber visto lo mismo, piensan primero en cómo podrían ayudar al mundo para liberarse de esos sufrimientos y de la ilusión. Eventualmente, se dan cuenta que no pueden realmente ayudar en forma efectiva mientras no avancen ellos mismos primero, y entonces también encaminan sus pasos hacia la auto -renovación. La disciplina y la meditación, pero esto de ninguna manera disminuye su deseo de ayudar a otros. De hecho, cuanto más adelantan, más desean ellos ayudar; y cuanto más fuerte es su deseo de ayudar, más motivados se verán para desplegar su naturaleza espiritual.
Parecería que la mayoría de la gente pertenece a la primera categoría. Los de la segunda categoría, son más difíciles de encontrar. Y es precisamente los de esta segunda categoría los que necesitamos en la Sociedad.
Quizás sea ciertamente mas fácil para Ud. aprender alguna técnica de meditación con algunos de los muchos maestros de su alrededor.
La Sociedad Teosófica no compite con otros grupos con promesas a los miembros con respecto a cuanto estos podrán conseguir. No promete ni garantiza nada. Por el contrario, fomenta el dar, el compartir, el actuar inegoístamente y hasta el sacrificarse por el bien de los demás.
Solamente ofrece muy elevados ideales, el más elevado, ciertamente, y esto es lo que la distingue de muchos otros grupos, pero deja en perfecta libertad a cada individuo para que establezca su propia marcha y aplique a su vida diaria la sabiduría de las edades en la medida en que esté listo para hacerlo.
Un miembro de la Sociedad tiene que aprender a desarrollar independencia y acción y a pararse en sus propios pies.
Quizás las siguientes palabras puedan ayudar a clarificar un poco más este asunto.

" Los hombres que ingresan a la Sociedad con el solo objeto egoísta de alcanzar poderes, haciendo de la ciencia oculta su única principal aspiración, es mejor que no ingresen están designados a dolorosa decepción. Sólo quién alberga en su corazón amor a la humanidad, que es capaz de sentir íntimamente la idea de una práctica y regeneradora fraternidad, es el que tiene derecho a la posesión de nuestros secretos. El hombre que no coloca el bien de la humanidad sobre su propio bien, no es digno de ser nuestro " chela" (discípulo) no es digno de alcanzar más elevado conocimiento que su vecino."

Duras, pero ciertas y a la vez dulces palabras de los maestros ascendidos. La misma HPB dijo:


“Esta Sociedad no fue fundada para enseñar caminos nuevos y fáciles para la adquisición de poderes. Su única misión es reavivar la antorcha de la Verdad que hace largo tiempo se extinguió para todos excepto unos muy pocos, y mantener viva esa Verdad por la formación de una unión fraternal de la humanidad, único suelo en que puede crecer lo bueno”

El relato verídico de la persona que llegó exigiendo sus derechos como potencial miembro de la ST lo he visto una y otra vez en mi corta historia en la sociedad. Gente joven también llegan pensando que es una academia donde se develan los secretos más ocultos de la Gupta Vidya, que los enseñamos a salir del cuerpo, a bilocacionarse y que poseemos el santo grial para convertir las piedras en oro. De verdad, piénsenlo dos veces antes de tocar la puerta de la Sociedad Teosófica.
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